¿Qué debe tenerse en cuenta al comprar una vivienda de segunda mano?
En el tercer trimestre de 2018 se vendieron en España un total de 131.455 viviendas según el Ministerio de Fomento. De esa cuantía, 118.595 transacciones corresponden a viviendas de segunda mano, frente a las 12.860 ventas de vivienda nueva. En porcentajes, la vivienda de segunda mano se lleva más del 96% del pastel, por lo que es evidente que apostar por este tipo de inmuebles es una tendencia al alza entre los españoles.
Ya sea por la escasez de oferta de obra nueva, o bien porque la diferencia de precio entre ambos tipos es significativa, hay que ser consciente de que adquirir una vivienda de segunda mano, aunque más barata que una nueva, también supone una inversión en reformas y/o actualización de espacios que debemos contemplar. De ahí que, antes de embarcarse en una de las decisiones más importantes de nuestra vida, nos tomemos el tiempo necesario para analizar de manera pormenorizada el que podrá convertirse en nuestro hogar dulce hogar.
Comprobar el estado de la vivienda que va a adquirirse es imprescindible y algo que no debemos tomar a la ligera si queremos evitar problemas futuros.
Realizar varias visitas antes de la adquisición, revisar el estado de la eficiencia energética y de los suministros y prestar atención al barrio nos ahorrarán posibles sorpresas desagradables.
Hoy repasamos algunos aspectos que deben tenerse en cuenta antes de comprar una vivienda de segunda mano. Comprar un piso viejo en detrimento de uno nuevo siempre tiene una desventaja: el desgaste. Tanto si pensamos hacer reformas como si, al ver el piso/casa pensamos que está para entrar a vivir, antes de nada debemos comprobar las calidades de la construcción, pues nos indicarán el tipo de garantías y perdurabilidad del inmueble. Esto pasa por revisar que la pintura no esté desconchada, que las baldosas no estén torcidas o levantadas o que el parqué no esté inflado o necesite renovarse, entre otras cosas.
Lo mismo con las ventanas y las puertas. Cerciorémonos de que ofrecen un correcto aislamiento y también luz, ya que esto supondrá un ahorro futuro en facturas. Las condiciones de ventilación tienen que ser adecuadas y, en el caso de que ventanas estén por cambiar, deberemos pedir presupuesto para tenerlo en cuenta.
Comprueba también el caudal del agua de la casa, abriendo distintos grifos de manera simultánea. Lupa y olfato especial en busca de humedades y chequeo a tuberías para detectar oxidación, pérdidas o falta de presión.
La instalación eléctrica es también importantísima y no sólo hay que tener en cuenta lo que dice la certificación energética; deberíamos revisar número de enchufes, si éstos están bien distribuidos, conectados a toma de tierra y no quemados.
No tengas miedo de repetir la visita
Ten en cuenta que la decisión de comprar una casa o un piso es una de las más importantes que una persona puede llegar a tomar en su vida, así que no cedas a presiones, agobios y pide las visitas que creas necesarias. No conviene ser impulsivos y, además, hay cosas que se nos pueden escapar a priori, por lo que es incluso recomendable acudir acompañado (de amigos, familiares, etc.).
En referencia a las visitas, supone una buena idea hacerlas en distintos horarios, así pueden comprobarse cosas como la cantidad de luz que entra, el ruido del exterior o si los vecinos pueden resultar o no molestos.
Tomarse un tiempo para observarla finca y los espacios comunes también es importante. No sólo debemos fijarnos en el inmueble en sí, si no en el estado del edificio: grietas, humedades, deficiencias en la fachada o en la escalera… Tarde o temprano van a tenerse que afrontar estos posibles problemas, lo que se traducirá en derramas importantes que hay que prevenir.
Puede ayudar el hecho de que el edificio haya pasado recientemente la Inspección Técnica de Edificios (ITE), ya que eso significa que hay condiciones mínimas de seguridad y salubridad; si no la ha pasado recientemente, prepárate para afrontar gastos extras.
Tiempo para reclamar
Ya tienes las llaves de tu piso nuevo y comienzas a detectar desperfectos graves que te hubieran echado atrás de haberlos conocido antes. ¿Te pasa? Debes saber que existe un periodo de seis meses en el que se pueden reclamar los denominados vicios ocultos, que en teoría debe reparar el vendedor o el promotor (en caso de que la vivienda tenga menos de diez años).
Más información y vía | El país – Vivienda